viernes, 20 de enero de 2017

Sin comernos la cabeza

Que no quiero que me des los buenos días princesa todas las mañanas, ni que me sorprendas con un ramo de rosas al salir de un examen importante. No quiero que me prometas que tú olor estará en mi cama todos los días del resto de mi vida, no busco que planeamos tener tres hijos ni que nuestro perro se vaya a llamar Toby. No quiero que me beses lento porque no tengo mucho tiempo, ni que paseemos agarrados de la mano ni que lo nuestro sea como un cuento de hadas sin hadas ni duendes.

      Quiero que te tiemblen las piernas cada vez que me veas, que sonrías cuando escuches mi nombre, que mires con unas ganas de hacerme pedazos (en la cama, claro) que se te noten desde la otra punta de la ciudad. Quiero que me envíes un whatsapp cada vez que suena esa canción que no paro de bailarte, cuandoel vecino dice algo que te recuerda a mí, cuando encuentres mis bragas debajo de tu cama, cuando se te ocurra alguna paranoia que contarme o yo que sé que, que me hables porque te apetece hablarme en ese momento y ya está y no por rutina. Quiero que salgas de fiesta y lo pases tan bien que tu único deseo sea que yo me lo haya pasado igual de bien.
    Quiero que vivas tu vida, que no te comas la cabeza y disfrutes cada momento.
Quiero que salgas y te diviertas con otras bocas pero que al final de la noche solo busques la mía. Quiero que te veas reflejado en otros otros ojos pero que sean los míos de los que te acuerdes cada noche que no puedas dormir.
No quiero ser tu prioridad,
quiero que me tengas como la mejor opción que nunca nadie pueda ofrecerte,
quiero vivirte.
Te quiero
libre,
conmigo.

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