sábado, 24 de diciembre de 2016

2016

Llega fin de año y con él el momento de poner en práctica mi manía de analizarlo todo. Llevaba años imaginando mi vida sin ti y era incapaz de concebirla, a día de hoy no visualizo un futuro contigo y es que he perdido un montón de cosas valiosas, pero lo que he ganado lo supera con creces. Ha sido un año de encontrarme (por fin) mí misma, de establecer mis principios y lo más importante; de no pasarlos por alto. Ha sido un año en el que puse mis errores a mi favor y en vez de dejar que me derrumbaran los utilicé para crear un muro que ya nunca nadie podrá tirar abajo jamás. La lección más valiosa que he aprendido este año es que por muy duro que trabajes y por mucho que te esfuerces, los resultados no tienen por qué ser buenos, pero que con paciencia, cariño, constancia y dedicación todo se consigue.
Ha sido un año para aprender (sobre todo para aprender), para vivir, para sentirme a gusto conmigo misma, para esforzarme, para sufrir, para cumplir objetivos, para superarme, para aprender a amarme, para conocer a gente maravillosa, para perder a personas que no se merecían estar en mi vida, para ponerme a mí primero y a los demás después. Este año  me ha servido para aprender a levantarme después de cada caída, y lo más importante, saber mantenerme a flote mientras toda esta mierda se hundía.
Gracias a los que habéis empezado y acabáis el año conmigo; a los que os quedasteis por el camino (gracias a vosotros soy quien soy); a los que vinisteis para quedaros; a los que siempre habéis estado; a los que vinisteis para ser pasajeros; a los que me levantasteis; a los que vinisteis a dejarme huella; a mis mentores; a mis ídolos, a mis poetas favoritos; a mi música... Gracias de corazón a todos los que aportasteis algo en mí en este fantástico año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario