Sonríe, siempre, aunque estés muriéndote de ganas por llorar, sonríe, la gente te recordará por ello. Lucha por los que aportan y deja ir a los que te hacen sentir inferior.
Nunca subestimes el poder de una mirada. Disfruta del momento y déjate llevar, pero siempre controlando y siendo consciente de tus actos.
Enamórate, enamórate locamente y haz locuras impensables por amor, pero nunca, nunca, nunca, des pan a quien te tira piedras.
(....)
No hay comentarios:
Publicar un comentario