Para introducir este blog debería introducirme a mí, pero no hay dios que me entienda. Un sinsentido de palabras, nunca vacías, que componen esta cabecita loca.
miércoles, 24 de abril de 2013
Mira dos veces antes de irte.
Es increíble la fuerza que tiene el viento para arrastrarte todo lo que tienes en sólo unos segundo. Parece mentira que ayer tú y yo fuésemos uña y carne, y que hoy te mire sin poder reconocerte. Es irónico, ¿no crees? A que te veo todos los días y te echo de menos, me refiero. Pero... Analicemos la situación: ¿De verdad me tengo que creer que has cambiado con el tiempo? Porque si todo esto lo estuviese viendo desde fuera durante la tregua, ya lo habría visto venir. Voy a dejar este tema por imposible, lo voy a cancelar, borrón y cuenta nueva, pero... Debo revisar esta historia una vez más.
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