Para introducir este blog debería introducirme a mí, pero no hay dios que me entienda.
Un sinsentido de palabras, nunca vacías, que componen esta cabecita loca.
jueves, 2 de agosto de 2012
Ojalá no existiese ni la distancia, ni putas, ni por qués.
Ojalá esta vez solo existiésemos tú y yo, a centímetros.
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